En algunos lugares de Colombia (la llamada Colombia
profunda) de cuyos nombres prefiero no recordar, diferentes grupos armados dan
la orden a los profesores para enseñar lo básico a los niños, lo mínimo es leer,
sumar y restar (de ser posible medio leer y matemáticas malas), pues apenas van
creciendo los menores los usan como rapachines, o para entrenarlos en grupos al
margen de la ley (entiéndase bacrim, paramilitares, guerrilla) o para la prostitución.
Son las únicas tres opciones que existen, a la inocente edad
de 9 años ya deben tomar alguno de esos caminos, las armas, ser raspachín o dedicarse
a la prostitución, en la tierna infancia su vida será decidida por otros, lo
más probable es que su perspectiva de vida no pase de los 25 a lo mucho.
Educación como arma
Una pregunta que se podría hacer es ¿Por qué se busca que
aprendan lo mínimo?, por una norma implícita en los grupos de poder, entre
menos conozca una persona será más fácil de manipular, si ud no conoce las
leyes del trabajo las empresas pueden pagarle menos y hasta sacarle dinero sin
que nadie diga nada, en algunos países las personas pueden llegar a agradecerle
a los funcionarios públicos por trabajar, les dicen a los alcaldes gracias
doctor por construir puentes o por pavimentar calles, olvidan que ese es su
deber no un favor, llegan a votar por ellos para lograr puestos, sin entender
que el trabajo debe ser un derecho y no una oportunidad.
Esta es una costumbre antiquísima, cuando los invasores
europeos llegaban a estas tierras les daban educación a los indígenas, pero
solo la básica y eso cuando la daban, para que así dejarán de hablar sus
lenguas propias, abandonaran sus tradiciones, “aprendieran” que sus tierras deberían
ser de los más “fuertes e inteligentes” es decir supuestamente de los
invasores, de esta forma comprenderían a la fuerza de la educación que los únicos
reyes y personas importantes eran los extranjeros, cosa que aún hoy sobrevive.
Claro, debo aclarar, porque no falta quien diga que algunos
criollos e indígenas si recibieron educación de calidad y eso es verdad, pero
era la excepción, no era la norma.
Si se quiere que un país cambie, se requiere educación de
calidad para todos o por lo menos para la gran mayoría, no solo para quienes
tienen dinero, desarrollar pensamiento crítico, generar espacios para pensar,
pero ojo, no es solo enseñar para repetir, no es enseñar para obtener mano de
obra más barata, es abrir espacios para realmente pensar, criticar, aportar y reconstruir.
Y eso no es fácil, pues un pensamiento crítico bien
planteado generara personas que no estén de acuerdo con lo establecido, es allí
donde debe entrar la negociación y no la imposición, muchos centros educativos
dicen apoyar el pensamiento crítico hasta cuando hay alguien en contra, apenas
ven oposición ya no el gusta.
La educación puede ser un instrumento para silenciar
conciencias, para infundir temor, miedo, culpa y así desarrollar generaciones obedientemente
tontas (revisar Servidumbre voluntaria de Étienne de La Boétie) o para
fortalecer personas que busquen el bien común y el desarrollo colectivo de
forma equitativa.
Volviendo al contexto de la historia…por eso cuando los menores
cumplen cierta edad, las familias prefieren enviarlos a otros lados con tal que
tengan la opción de un futuro diferente, sin importar cual sea ese futuro pero
que al menos tengan la oportunidad de decidir y de crecer.
Ud querido lector dirá como muchos que viven en las ciudades,
pues denuncien, la cuestión es que en muchos lugares ya se conoce y no se hace
nada pues la ley es la de las armas y en otros no hay fuerza pública, ni Dios,
ni ley. Acá es donde se dice que en Colombia existen lugares donde no hay
estado.
Como todo en Colombia la solución no es fácil, no es a corto
tiempo, requiere una empatía de las personas por aquellos que sufren, no con lastimeros
regalos (comúnmente en diciembre se dan) o comida para un día, sino
transformaciones reales de base, educación trabajo, viviendas dignas, presencia
del estado, no solo militar, sino en lo referente a la salud, al tejido social,
pues el país (las personas) sufren por olvido de otras.
¿Y mientras tanto los niños olvidados en estas tierras que?...
esa es la cuestión.
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